El Consejo Nacional para el VIH y el Sida (CONAVIHSIDA) se une al dolor que embarga a la familia Mejía Gómez por el fallecimiento de la ex Primera Dama de la República, doña Rosa Gómez de Mejía.
Compañera de siempre del expresidente Hipólito Mejía, doña Rosa mantuvo encendida siempre la luz de su nobleza y no hubo fuerza humana capaz de moverla de su lugar. Promovió la educación de los jóvenes y, desde su Despacho, dio soporte a los programas en politécnicos y escuelas vocacionales en barrios y zonas rurales del país.
Hoy que se va nos deja ese ejemplo de humildad que recordamos todos los dominicanos.
Para nosotros, doña Rosa Gómez de Mejía será siempre la Primera Dama de nuestras esperanzas y de todos los sueños que soñamos los dominicanos cada vez que sale el sol.
¡PAZ A SUS RESTOS!